No esperes hasta el día del examen o de la prueba para sentarte frente a una hoja. Es super importante juntar la mayor cantidad de exámenes y pruebas anteriores para poder ver de que se trata, el largo, y preparar posibles respuestas. Si bien esto no quiere decir que te pondrán las mismas, te servirá para poder practicar y salvar. Hay que empezar a escribir o resolver, lo antes posible, y ayudarte con amigos a preguntarse cosas o hacer un simulacro, y así evaluar qué tan bien o mal estás.

Escribir a mano estimula el cerebro para guarda mejor la información. No es casualidad que cuando eres pequeño te hacen escribir tu nombre muchas veces para que puedas recodarlo para siempre y funciona. También cuando cometes faltas, repetir las palabras correctamente ayuda a aprender más rápido utilizando la memoria muscular y la visual.

Estudiar escribiendo a mano los conceptos suele ser muy útil para que el cerebro vaya guardando información. Para esto, hacer resúmenes y mapas mentales son grandes herramientas para  copiar la información y resumirla estás ejercitando tu memoria. ¡Lo más importante es la constancia!

Hay que aprender las cosas nuevas, pero sobre todo entender como se relaciona con otros conceptos existentes y nuevos. Hay que buscarle un sentido a los conceptos y definiciones más difíciles para entender el por qué vale la pena aprenderlo. Eso facilita a relacionarlos con situaciones cotidianas de tu vida y te será más fácil, no importa lo absurdo que sea, con tal de que lo recuerdes todo funciona. Muchas veces poner palabras absurdas que cada letra signifique uno de los conceptos puede ser de gran ayuda. También, en un nivel más avanzado podrás hacer mapas mentales pueden ser súper útiles para acordarte de todo y relacionarlo.

En las mañanas el cerebro está vacio y descansado. Es el mejor momento del día para absorber todos los nuevos conocimientos. Para mejorar este proceso, es buena idea dejar el teléfono o la computadora de lado. No intentes estudiar lapsos largos de corrido. Busca organizarte en bloques de 45 minutos y descansa 10-15 min. En esos momento libres, aprovecha a moverte dentro de tu casa, aprovechar a salir a comprar un dulce o algo que te distraiga. Pero no veamos el celular y redes sociales en estos momentos. Esto ayuda a que los conocimientos se fijen en la mente, y que sea más natural recurrir a ellos.

Es buena idea antes de dormir y cerrar el día repasar lo estudiado en el día rápidamente. Mientras duermes el cerebro empieza a recapitular lo que hiciste en el día y los estudios estarán ahí presentes. Las noches son esos momentos tranquilos que debes utilizar para repasar pero no abusar. No aprendas cosas nuevas, pero si repasa lo que haz hecho ese día. Administra tus energías y tus tiempos durante todo el día. No sólo importa cuanto te esfuerzas, sino también cuanto te ayuda cada sesión de estudio. Buenos hábitos traen buenos resultados.

6 – No Tengas Miedo de Pedir Ayuda

7 – Consume Alimentos Nutritivos para tu Cerebro